Ciudad de Panamá (Prensa Latina) Hace cinco años, partió a la eternidad, un creador de armonías universales, eternas. Hizo de nuestro suelo, su patria, la de sus hijos, amigos. Desde esta parte del mundo, entregó a todos sus alegrías, y principalmente, nos trazó un camino a los panameños, sobre el cómo realizar conscientemente una labor para beneficio de los seres humanos.
César Del Vasto*, colaborador de Prensa Latina
Se podría resumir su entrañable existencia, en tres palabras; amor, alegría, y trabajo.
En otros tiempos, esas palabras permitían sumar voluntades; hoy, con los tiempos de profunda incertidumbre para la humanidad y el único planeta que habitamos, nos permiten reflexionar- a profundidad- sobre el camino recorrido y el dispuesto a recorrer, siempre con voluntad y conciencia.
Su nombre cristiano era Antonio Fernández Gómez (Guanabacoa, Cuba, 13 de enero de 1923- Panamá, 26 de febrero de 2018).
Cuando nació, la radio cubana conoció su mayor incremento y desarrollo artesanal, y según José Reyes Fortún, con pasos agigantados la radio se fue convirtiendo en máxima difusora de la música, incluso, muchos fueron los que llegaron a temer por el futuro del fonógrafo, pues a partir del surgimiento de la radio se operó un descenso en las ventas de discos a nivel mundial hasta de un 80 por ciento.
Sobre la infancia de Antonio Fernández Gómez, se conoce muy poco, el mismo manifestó: Empecé a trabajar a los 11 años; una prima estaba al frente de una fábrica de dulces y turrones y me mandaban cajas de bombones y caramelos a diario para vender en las abarroterías de La Habana Vieja.
Vendía dos o tres cajas por día y me daban 5 centavos de comisión, me ganaba 15 centavos al día. Mis mejores clientes estaban en un comisariato de la Marina de Guerra de Cuba.
También trabajé en el taller de ropa de mi padre barriendo retazos de ropa y haciendo modelos de vestidos para niños. Allí me enseñaron a aprender.
Otro empleo que tuve fue en la tienda La Nueva Isla, en La Habana, allí estuve cuatro años barriendo y limpiando con trapos y cangarú, todo el día.
Estudia su secundaria en la ciudad de La Habana, para esos años una ciudad cosmopolita, moderna, muy cercana a los ambientes tanto europeos como estadounidenses.
…todavía no había cumplido los 17 años cuando trabajaba en un almacén, y mientras laboraba allí tuve un programa radial los domingos en una emisora que no escuchaba nadie, pero así me fui acostumbrando.
Ya al mes de estar de locutor frente a aquellos micrófonos grandotes que me asustaban, vinieron los carnavales de La Habana, y en una tarima colocada en el malecón, estuve animando en ella, así que, de muchachito, de una tienda pasé a locutor de un programa de domingo, y de allí pasé a animador.
Luego entré en producción y al cabo de unos meses, en otra emisora que era menos mala, iniciamos un programa compuesto por tres compositores y un cantante, y me hice compositor en el camino.
A inicios de los años 40, el compositor mejicano Agustín Lara, visita la ciudad para asumir la dirección de la orquesta tipo jazz band, llamada Riverside, la cual tenía como promotora a la radioemisora RHC Cadena Azul, presentándose con la orquesta en varios centros de vida alegre.
Dominaba el mercado el sello discográfico estadounidense, RCA Víctor, el cual grababa a la mayoría de los músicos cubanos.
Nuevamente nos ilustra Reyes Fortún: A partir de patrones comerciales dictados por medios tan poderosos como el de los empresarios patrocinadores de la programación radial de Cuba, estos, como máximos promotores, copiaron el modelo norteamericano para la promoción de sus productos a partir de lo que se dio en llamar jingle comercial (especie de anuncios de productos de uso doméstico en forma musicalizada), que de inmediato quedaron registrados en placas fonográficas de duraluminio producidas en las mismas plantas.
Estos productos se pasaban constantemente entre espacios radiales, como propuesta subliminal para influir en el consumidor acerca de jabones, cervezas, cigarrillos, aceites, neumáticos y hasta medicamentos apropiados para el uso del oyente.
Como dato de especial interés, podemos decir que fue la destacada compositora, pianista y repertorista cubana Isolina Carrillo (1907-1996) la primera en hacer un jingle comercial musicalizado en Cuba, esta vez para la poderosa firma jabonera Sabatés S.A.
Sin lugar a dudas, esta modalidad de carácter musical-promocional propició al músico una nueva posibilidad económica y una nueva forma de autopromoción. A esta modalidad no pudieron sustraerse cantantes y músicos de la talla de Celia Cruz, Trío Hermanas Lago, Orquesta América, Orquesta Aragón, Miguelito Valdés, Benny Moré, Trío Matamoros, Leonardo Timor y Orlando Guerra, Cascarita…
A las 6:00 p.m. del 6 de enero de 1940, Antonio Fernández Gómez se convertiría en productor, locutor y redactor de un programa de radio en la emisora CMQ de la Habana. Era domingo y también era el inicio de la carrera de un joven de 17 años, pequeño, flaco y «con residuos de acné», quien más adelante no usaría más su nombre, sino un seudónimo: Tony Fergo.
Aquel espacio radial, al precio de 10 pesos mensuales, «fue lo primero que tuve en la vida», apunta Fergo. Solo había un anunciante, la fábrica de toallas Antex, y la cuña debía ser ideada y mencionada en directo en el micrófono.
Así, el recién estrenado productor y locutor escribió su primer anuncio comercial. Fue su debut en el creativo mundo publicitario.
La CMQ anunció ese año a sus oyentes las reformas e innovaciones tecnológicas…se trataba de la empresa RCA Victor la cual grabaría a los talentos musicales cubanos, iniciando un proceso de registro sonoro pródigo en géneros, estilos y raigales especies de nuestro amplio patrimonio musical.
La RCA Victor llamaba a los músicos y orquestas a grabar, incluso placas no comerciales, compitiendo las plantas radiales RHC Cadena Azul y Circuito CMQ; hacia 1942 la discográfica estadounidense graba para su Serie Internacional los boleros Brisa tropical, y Para qué volver, de Reinaldo Henríquez; Bésame mucho, y Tres palabras, de Consuelo Velásquez y Osvaldo Farrés respectivamente; No vale la pena, de Orlando de la Rosa…al año siguiente; No te importe saber, de René Touzet.
Ello motivó al publicista radial, Tony Fergo a incursionar en la composición musical. Sones, danzones, guarachas, boleros, eran interpretados por conjuntos (dos o tres trompetas, contrabajo, piano, bongó y tumbadora, guitarra o tres y cantantes con percusión menor) se expanden los tríos, sextetos, orquestas.
Cuba era una fábrica de artistas y creadora de nuevos géneros musicales, incluso exportaba vedettes, show y giras internacionales. Panamá no escapaba, desde los años 30, a esa poderosa avalancha musical, artística e influencia.
La radio fue legalizada, luego de inauditos obstáculos impuestos desde las bases militares estadounidenses, a finales de los 30. Durante los 40 fue lentamente tomando control, pero de forma empírica.
Al estallar la mal llamada segunda guerra mundial (1941-1945) nuevamente estuvo sometida a los controles militares estadounidenses. En cambio, en la isla caribeña, se dio un hito en 1944, al originarse la propuesta mayor por dotar a esa hermana nación de su propia industria fonográfica; nace el sello discográfico Panart-Arte Panamericano, y los primeros estudios de grabaciones propios de los cubanos.
En julio de 1945 ingresa en Publicidad Patiño, como director de radio, pre-bocetista, redactor y director de cuentas.
Tony logra pegar en el mercado, hacia 1946, con su primer éxito compartido: La Televisión, junto a su colega compositor José Carbó Menéndez (1921-2005)
En 1947 fue seleccionado por la Asociación de la Crónica Radial Impresa (ACRI) como el compositor más destacado del año.
Al año siguiente, 1948 estableció su propia agencia en Cuba, Fergo- Arregui, (En asocio con los hermanos Ricardo y Tirso Arregui) con la cual logra el auge del jingle como elemento creativo.
Es en estos años donde se genera un auge de la escena artística, con cantantes, conjuntos vocales y bailables, orquestas, programas radiales, cabarets, teatros, ritmos musicales originales, propios, criollos y típicos; se exportan vedetes y artistas a México, Estados Unidos, Centro y Suramérica; surgen tríos, cuartetos, solistas; CMQ y Radio Progreso son las favoritas, cuando aparecen en el año 1951 las primeras empresas de televisión.
Casi al unísono con ese auge artístico- cultural, se produce la crisis política, con el golpe de Estado del coronel Fulgencio Batista en 1952, el cual cierra la vía democrática a las elecciones programadas, la respuesta de la juventud celebradora del Centenario del natalicio del apóstol José Martí, no se hizo esperar y asaltan el Cuartel Moncada un 26 de julio de 1953.
Esos jóvenes sobrevivientes de la masacre, lograron ser amnistiados en 1955 y emprender desde México una expedición naval, regresar a su isla amada e iniciar la guerra de guerrillas, en 1956.
Mientras esto transcurre, el joven Fergo se hace miembro activo de la Sociedad General de Autores de España (SGAE), Rafael de Jérez, es otro seudónimo de Tony Fergo, a fin de promover sus canciones en ese país del continente europeo. Para entonces, cumplió como presidente de la Corporación Nacional de Autores de Cuba, en 1954, paralelamente aceptó en 1955 la vicepresidencia de la New York Sewing Machine Corp. y miembro del Colegio Nacional de Profesionales Publicitarios de Cuba de 1950 a 1957.
Panamá, a través de los empresarios, magnates de la radio Eleta Almarán, se les concede licencia para establecer una planta televisora, y contratan a Tony Fergo para atender el negocio de la publicidad.
Se estableció Fergo con su familia en la ciudad de Panamá, el 7 de agosto de 1957. Asumió funciones de publicidad, atendiendo dos radioemisoras, produjo campañas para cigarrillos, detergentes, aceites, productos de marca y promovió el inicio de la televisión en abril de 1960.
La meta del publicista es crear la industria publicitaria como base para el lanzamiento de la primera televisora.
En enero de 1960 Fergo Advertising inicia como factor importante para el desarrollo de la publicidad y el mercadeo, fomentando, a través de la Asociación Panameña de Agencias de Publicidad, creada en 1958, la instalación de nuevas agencias y en especial, trayendo al negocio organizado ejecutivos que trabajaban para los medios.
Entrevistado sobre esos momentos, afirmó: Hablando de publicidad, ¿qué escenario encuentra en Panamá cuando llega para quedarse en 1957? No existía la publicidad. Había vendedores para los periódicos y radios, pero campañas no existían. Había dos agencias que recibían las campañas que venían de afuera. Nada más.
Para el año 1962, crea en nuestro medio la Publicidad Universal McCann Erickson transnacional que le ofrece su representación. Da la primera dirección a su hermano Aurelio – Lilo – Especialista en la industria de encuestas publicitarias.
Mientras, su empresa Fergo Advertising de Panamá se inicia con solamente tres clientes, Nestlé entre ellos.
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El agotamiento del modelo comercial-terrateniente, como expresión de la alianza entre la burguesía atrasada culturalmente, y fracasada en su gestión de saqueo de las arcas del Estado, permite la irrupción de una alianza de empresarios reformistas y militares patriotas, quienes arrebatan el control del Estado a esa oligarquía caduca, un 11 de octubre de 1968.
El robo en los gobiernos, la corrupción, los clanes de apellido, tienen secuestrada a la nación y con el concubinato de los imperialistas estadounidenses, impiden el desarrollo nacional.
A partir de 1969, se establece la alianza patriótica pueblo-gobierno, la cual lleva adelante profundas reformas estructurales, no sin antes emprender una amplia campaña para levantarle la autoestima al panameño, capturado en su siquis de no valer nada, de depender del amo imperialista y burgués.
Tony lanza la campaña, bajo contratación estatal, sobre las nueve Provincias de Panamá es un jingle con efectos sicológicos, sobre al aprecio al país y su gente, pegajoso, que gusta a chicos y grandes.
También, elaboró con el concurso de las mejores mentes patrióticas las campañas a favor de renegociar unos tratados canaleros, a favor de Panamá y los panameños, la campaña por el aprecio a nuestros valores como pueblo, de la música (Combos nacionales) , del deporte (la batalla del siglo entre un Durán panameño y un boxeador estadounidense) entre otras campañas de alto sentido nacional y a favor de la autodeterminación del pueblo, logrando la admiración, el respeto y el aprecio de la mayoría de los panameños y latinoamericanos.
Un capítulo inédito, que aún necesita ser investigado a profundidad, ya que Tony no estaba muy familiarizado con campañas de corte político.
Haciendo una cuña en esta narración, sobre sus aportes al humor «panameño», José Isaac Fábrega sostuvo: Fergo, en su multiplicidad, ha sorprendido de súbito a la zona culta del país con «ÂíQué pobres somos los ricos!», y «El Ejecutivo moderno». Son dos forjas de lo sutil, lo móvil y lo espumante, en referencia a sus primeros dos trabajos publicados en 1973.
Es decir, desarrolla desde esos años, su otra vertiente, la de escritor de humor (antes había elaborado los guiones de la serie humorística La Tremenda Corte, con Trespatines y Aníbal de Mar) la literatura de humor con cerca de 18 libros, y uno de Testimonios- remembranzas, incluso varios libros de poesías.
Retornando a su labor profesional. El 5 de enero de 1976, abre sus puertas Tony Fergo y Asociados y obtiene ese día la publicidad de la cadena Supermercados Gago, alcanzando en poco tiempo el primer lugar en ventas, popularidad e imagen.
Supermercados Gago, cambió su imagen de las tradiciones publicitarias con nuevas cuñas, jingles impactantes y modernas ideas de mercadeo. Surge el lema de «Gago es parte de su hogar». Se introduce el personaje de «Julio Gago»- en el mes de las ventas más bajas, anualmente. Se transforma en una Navidad de medio año, es decir se adelantó con la campaña publicitaria esta celebración.
Un periodista le entrevistó sobre ese hecho: ¿Cuál de sus campañas es su favorita? «Uno hace un anuncio para cumplir una misión. Ana de la Americana, Julio Gago, Panamá y sus nueve provincias, Cerebrito… todos cumplieron con su objetivo».
Destaca en ese año de 1976, su marcha marcial y festiva titulada Panamá Primero, incluida en el disco de larga duración Así es muestro Panamá, grabado por la empresa Tamayo.
En sus últimos años, se dedicó a su familia, y promover su música y sus trabajos literarios entre los amigos.
Éxitos musicales
Sus primeros temas son del tipo bailable «Son de Rana», grabados por Mariano Mercerón y sus Muchachos Pimienta, cantando el panameño Camilo Rodríguez. «Tocando Madera» jingle con ritmo de guaracha grabado por Bienvenido Granda con la Sonora Matancera. Medalla de Oro de la Asociación de Anunciantes.
«La Televisión» en coautoría con José Carbó Menéndez, mambo que resultó ser un éxito mundial, especialmente en Europa. Incluido en varias películas.
Con gran arreglo orquestal de Pérez Prado de cuya amistad goza, Benny Moré, graba La Televisión, entre muchos más. La película francesa Tirez Sur bajo la dirección de Francois Truffaut con la actuación de Charles Aznavour y Marie Dubois siembra con éxito el tema La Televisión en el marketing europeo.
Se considera su canción Luna Lunera, la más grabada internacionalmente, y se calcula fueron más de 100 las grabadas, aún se investiga si su legado musical se aproxima a 500.
¿Cómo ve el presente del bolero en pleno apogeo de géneros urbanos y electrónicos? Le preguntó Helkin Guevara, y don Tony le respondió con una fina y galana honestidad, que encierra el gran motivo de su fructífera existencia: Mientras exista el amor existirá el bolero. Ningún ritmo tiene esa vibración, tienen otras vibraciones de sexo, etc., pero de amor no.